Se plantea
“El Naturismo en Casa ¿Hay límites en el Nudismo? Por ejemplo, nudismo
solo en verano, nudismo en casa, nudismo en centros especializados, etc.”.
El debate que se ha
desarrollado ha puesto de manifiesto cuestiones importantes a la hora de
practicar nudismo/naturismo en lugares no específicos de uso nudista. Alguien
escribió a este respecto “La mayoría de los nudistas suelen estar vestidos
cuando es práctico, desnudos cuando es posible”, creo que esta frase encierra
por si misma la esencia de cuanto se ha dicho en nuestro debate.
Condicionamientos
sociales (aspectos organizativos; pudor, vergüenza o reparo a mostrarse
desnudos ante familiares, amigos u otras personas no nudistas), y
condicionamientos naturales (climatológicos y ambientales; higiene y comodidad)
son las dos grandes cuestiones que preocupan y afectan a la práctica nudista en
casa y otros lugares o a la ausencia de ésta.
Veamos algunos de
los planteamientos y opiniones expuestas durante el debate, y al final del
documento las conclusiones que pueden obtenerse de todo lo expuesto a
continuación:
Aspectos
organizativos
>> Uno de los
aspectos más interesantes a tratar en este tema es porque no se prodigan más
las reuniones nudistas en casa. Yo creo que eso tiene que ver con el
individualismo y la falta de asociacionismo que hay en nuestro país. La mayoría
vamos por libre y nos denudamos en la playa o en casa individualmente o en
familia. Pero a la hora de hacer un evento aunque sea en un domicilio
particular la gente se corta bastante. Por tanto creo que el naturismo en casa
por nuestra cuenta es bastante frecuente pero no a la hora de organizar
reuniones.
>> Voy
sacando la impresión de que nuestro nudismo doméstico (y me pongo el primero en
lo que sigue) es más individual que social, y cuando nos reunimos un grupito,
solemos ser un tanto selectivos y vamos “a lo seguro”: a lo que pensamos que va
a ser “aceptado” y “bien visto” por los otros que están a nuestro lado.
A la hora de invitar expresamente a otras personas a un “encuentro nudista” en
casa para ver una película, charlar… o lo que se tercie (voy a hacer de abogado
del diablo) ¿no estará sucediendo que, aunque en teoría todos tenemos muy claro
que nudismo y sexo son dos cosas distintas (que pueden ir unidas, pero que no
tienen que ir necesariamente unidas) se nos enciende una lucecita roja en la
cabeza cuando pensamos en hacer la invitación, por si alguien (y el “alguien”
podría ser hasta nuestro propio subconsciente) entiende “sexo” cuando decimos
“nudismo”?
>>
Personalmente he organizado algún encuentro nudista en casa, casi siempre
cenas, y me han invitado a otros; y sí, tengo que confirmar que siempre (o casi
siempre) hemos sido el mismo grupo de gente. Aunque ahora que me lo paro a
pensar tal vez sea porque con esa gente es con la que me voy de vacaciones, de
fiesta, y de funeral si hace falta. Es mi gente.
>> Pero hay
relaciones, cotidianas o no, que se podrían desarrollar en desnudez,
independientemente del lugar o la época del año. Me refiero a la práctica del
nudismo en colectividad (por otro lado uno de los objetivos de las asociaciones
naturistas como entidad). En muchas ocasiones desaprovechamos la oportunidad de
disfrutar del desnudo, incluso acompañados de amigos que tienen la misma
afición. Seamos valientes. Cuando se dispone de un lugar apropiado, calentito
en invierno, y de una compañía amiga y agradable, nada mejor para disfrutar del
momento que el desnudo colectivo.
Si hacemos fiestas
entre naturistas, hagámoslas desnudos. Si quedamos en casa de amigos
naturistas, desnudémonos todos. Es más fácil de lo que parece. Solo se trata de
quitarse la ropa y compartir tu desnudez con las personas que te gustan y que
piensan como tu.
Recuerdo un fin de
año pasado, con un grupo de amigos naturistas, invitados en casa de unos
compañeros socios del club, con una chimenea encendida que calentaba toda la
estancia y notando el calor, no solo de las brasas, sino también de la
compañía. Cenamos, charlamos, cantamos, bailamos, jugamos y reímos, pasamos la
noche juntos y el día siguiente continuamos desnudos hasta el momento de salir
a la calle. Os aseguro que es una experiencia altamente gratificante que si
tenéis la oportunidad no dejéis de practicar.
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